El diputado Egidio Garcia denuncia el sistematico abandono de persona.
Por Egidio García
Es lo que veo cuando recorro la provincia, lo que muestran los habitantes del Chaco adentro, que conforman más de dos tercios de población pobre e indigente, y esta no es una cifra del INDEC.
Pequeñas minorías olvidadas, resignadas a cumplir su ciclo de vida sin esperanza, pero con memoria de promesas de épocas de elecciones que nunca se cumplen. Que importan los anuncios millonarios a una familia de una comunidad rural olvidada, si la política de salud indiferente no pudo salvar la vida del cosechero jefe de familia, sostén material y posibilidad de subsistencia real, o la tristeza que produce el convencimiento de una pequeña comunidad de que los nacimientos con vida son cuestión de suerte. Cuando vamos a entender que la gente no es numero o estadísticas, y que si no nos ocupamos sufren y mueren, que no se puede ignorar al prójimo y que una sola vida es importante.
No se distribuyen políticas en zonas rurales, pareciera que se intenta aglomerar habitantes en ciudades y pueblos, que se abandone los pequeños parajes, agrandando la marginalidad de gente sin trabajo, y sin futuro. El objetivo entonces parece ser que los pequeños productores indígenas y criollos se arreglen como puedan, de vez en cuando una acción asistencialista, y de vuelta el olvido y la indiferencia se comen enteras familias de hermanos chaqueños, y que mendigan sumidos en la desnutrición, pestes, dengue, desocupación, falta de agua, que cuando pegan un grito de ayuda, la contestación es “gente desagradecida, no valoran todo lo que se hace por ellos”.
El trabajo es el bien más preciado y escaso entre la gente pobre, no piden más que eso, una posibilidad de llevar su dignidad como debe ser, no quieren dadivas, solo trabajo. En el campo no comen con las obras espectaculares que se desarrollan en los centros urbanos, no encuentran solución, no son los mismos problemas de los grandes productores que reciben subsidios, ellos necesitan que le solucionen la escritura de su chacra, que su producción tenga precios, que las escuelas rurales reciban a sus hijos, que los centros de salud ofrezcan salud y no muerte, que cuenten con transporte para sacar sus cosechas de zonas aisladas, que exista una comunicación acorde al siglo que vivimos, que el gobierno de la provincia realmente se ocupe de ellos con el respeto que se merecen y no con el fin de la propaganda.
Las comunidades wichis, tobas, mocovies, criollos, pequeños productores, piden por sus derechos humanos que se violan día a día. Si esto no entendemos y cambiamos, los índices de pobreza nos acompañaran por mucho tiempo, las políticas de gobierno seguirán siendo cosméticas y la realidad de las zonas rurales seguirá siendo hambre, desolación y muerte.
Las muertes de bebes y madres están al día en Bermejito, salas de atención primaria sin lo mínimo indispensable, sin actitud de servicio, todo el pueblo sabe resignado, las denuncias al Ministerio de Salud solo tienen una respuesta, ensañarse con los pocos que luchan por revertir esa mala situación. Ese es el caso de la obstetra Selva Añasco, que perdió su puesto por denunciar situaciones extremas, desidia, persecución, y decadencia en materia atención médica ante el Ministro Baquero.
Desde mi puesto legislativo estoy decido a enfrentar el mal social del hambre, por lo que presenté primeramente un proyecto de asistencia a los desnutridos, con un banco de datos para poder identificar a los ciudadanos con un alto riesgo y un diagnostico real. De esta manera el estado jamás podrá sorprenderse que una persona se halle sin atención y corra detrás de la noticia, tarde, ante una degradación física y humana evitable.
En este sentido seguiremos formulando propuestas prácticas, recorriendo la provincia, acompañando a los desamparados, para un buen gobierno y no un mal gobierno.
Egidio García
Diputado Provincial
Bloque Justicialista Indígena y Popular
http://datachaco.com/noticia.php?numero=28975
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