Más abajo enviamos a ustedes el nuevo documento que elaboramos luego de la visita realizada a El Impenetrable el fin de semana pasado, en la amplia región comprendida entre Concepción del Bermejo, Pampa del Infierno, Los Frentones y Río Muerto. Por las picadas recorrimos 300 Km. Teníamos previsto ampliar el radio de visita, pero a la tardecita del sábado los caminos ya estaban intransitables por la persistente llovizna.
En el título ESCUELAS EN PELIGRO tratamos de reflejar la problemática social, educativa, económica y territorial producto de la concentración de la propiedad y del uso de las tierras y de los recursos naturales entre muy pocas personas y empresas, que vienen provocando la fase final de la expulsión de la población rural, especialmente de los pequeños productores, minifundistas y campesinos pobres. Las explotaciones forestales, los silvopastoriles y los desmontes ilegales en Zona Amarilla continúan. Esto facilita y profundiza la evolución del último ciclo de la expulsión de la población rural de tal manera de que en pocos años más no quedarán pequeños productores, minifundistas, ni campesinos arraigados en las tierras que ocupan o habitaron por décadas .
En este contexto, el cierre de una escuela es un síntoma muy preciso de la exclusión rural, lo que nos anima a enviar el documento para que se divulgue el avance de la referida fase final del despoblamiento de l campo argentino.
Saludos cordiales.
Rolando Núñez.-
ESCUELAS
EN PELIGRO
El Paraje “El Peligro” está ubicado a 40 kilómetros al norte
de Pampa del Infierno. Allí funcionaba la EGB 974, correspondiente a la zona educativa R04,
Región V del Dpto. Almirante Brown. Comenzó por ser una escuela rancho en el
que se formaron muchos chicos de la zona. Después se construyó el nuevo
edificio, con dos salones, una oficina y una vivienda, con aljibe y buenos
sanitarios. Se construyó un aceptable edificio para una escuela digna y con
historia. Según planilla de estadística mensual, a diciembre de 2003, la escuela
contaba con un total de 83 alumnos, de los cuales 34 eran varones y 49 mujeres.
No se registraron inasistencias, lo que fue un indicador positivo muy definido
en el plano de la formación y de la responsabilidad de la comunidad educativa.
En septiembre
del 2001 los padres de los alumnos solicitaron que la escuela llevara el nombre
de “Madrina Nora Coppari”. El pedido
de imposición de nombre fue acompañado por sus familiares directos. Sus hijos y
su esposo siempre la apoyaron en su madrinazgo.
El cura Mario Nardone, de la Parroquia Inmaculada
Concepción, de la diócesis San Roque, también firmó la nota de solicitud dando
fe de los valores humanos y espirituales de la madrina.
La imposición del nombre era bien merecida
porque la señora Nora fue muy especial. Desde el año 1994 y hasta su muerte,
ocurrida en junio del 2000, perteneció a la Asociación de Padrinos
de Escuelas Rurales. En esa tarea solidaria le fue asignada el padrinazgo de
una niña de tercer grado, llamada Luisa Amara Croni, a quién asistió para que
progresara en el primario y luego en el ciclo secundario, que siguió en la
escuela de Pampa del Infierno. Treinta y cinco mamás y papás del paraje
firmaron el pedido, rescatando que la señora Nora no solamente había apadrinado
muy bien a la niña, sino que nació en ella un ferviente deseo de contribuir en
el mejoramiento de la escuela, de los alumnos y de la comunidad rural. Los
pobladores destacaron que la madrina era una persona humilde, de medios
limitados, pero que fue una incansable luchadora para conseguir cosas y apoyos para
la escuela y para los alumnos. Los padres la recordaban trayendo útiles, ropas,
calzados, víveres, comprando un grupo electrógeno y realizando los trámites
para que los alumnos viajaran a Mar del Plata, lo que se concretó en febrero de
1997, experiencia que fue irrepetible para los chicos porque fue la primera
salida del paraje y, en algunos casos, el único viaje de sus vidas. También
destacaron la obra más importante de Nora, que consistió en la inclusión de la
escuela en el Plan Social para la construcción del nuevo edificio, que después
se concretó. La señora Nora visitó la escuela en dos oportunidades, en
consonancia con dos cumpleaños de la Patria.
Estuvo los 9 de julio de los años 1996 y 1997. Comentan que
la pasó muy bien y que confraternizó con todos.
Burocráticamente
el sistema educativo respondió que la inquietud no encuadraba en la
reglamentación vigente para la época. La actuación fue devuelta a la escuela
porque no cumplía con el requisito formal consistente en la presentación de un
tema. Esto ocurrió el 25 de marzo de
2002. De esta manera tan asombrosa se archivó el pedido de imposición de nombre
de la madrina de la EGB
974 del Paraje “El Peligro”.
Se cerró la escuela
El Paraje “El
Peligro” fue despoblándose. Los
históricos ocupantes de las tierras fiscales fueron sistemáticamente
expulsados. En la zona aparecieron los grandes terratenientes que fueron
comprando tierras fiscales o las que ya estaban privatizadas, hasta acumular
grandes superficies. Alambraron campos y muchos pobladores ya no tuvieron
posibilidad de continuar en el lugar.
Toda la región está calificada como Zona
Amarilla; sin embargo, se intensifican las explotaciones forestales, los
desmontes clandestinos y las prácticas silvopastoriles que son desmontes
encubiertos o en etapas. De los casos que recientemente evaluamos en el entorno
amplio de la EGB
974, la mayoría de los silvopastoriles fueron autorizados pero han violado la
reglamentación porque los campos no cuentan con 120 árboles por hectárea. En
algunos casos hasta quemaron los pastizales y gran parte de los ejemplares que
quedaron en pie, de manera de que estas prácticas culminaron por ser ilegales
ante la falta de control, de la permisividad o de la complicidad de este y de
los anteriores gobiernos.
La escuela cerró
por falta de alumnos, que es lo mismo que decir fue cerrada por el modelo de
apropiación, de uso y explotación de las tierras y de los recursos naturales,
que ha generado un modelo productivo fuertemente excluyente en lo social y
económico, que trajo aparejado la extrema concentración de la riqueza en manos
de muy pocas personas o empresas. Ese es el escenario instalado en el campo
chaqueño y, especialmente, en El Impenetrable.
La escuela fue
cerrada hace cuatro años. Está en
situación de dejadez, aunque tiene una familia cuidadora sin retribución. El
abandono de los salones es casi total. Los chicos que forman parte de las pocas
familias campesinas del paraje deben recorrer diariamente 14 kilómetros para
aprender a leer y escribir, que no es lo mismo que proporcionarles calidad o
excelencia educativa. La escuela del Paraje “El Peligro” es otra de las tantas
que fue clausurada por el modelo económico y productivo que auspicia este y los
anteriores gobiernos.
Resistencia 18 de junio de
2012.-
info@centromandela.com
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